Medir con precisión y exactitud la temperatura es fundamental en todas las industrias. Las dos herramientas más comunes para esta tarea son dos sensores: los detectores de temperatura de resistencia (RTD) y los termopares. Si bien ambos tienen el mismo propósito, difieren significativamente en diseño, función y aplicación. Elegir el adecuado puede tener un impacto directo en la precisión, la eficiencia y la seguridad de sus procesos.
Un RTD, también llamado a veces dispositivo de temperatura de resistencia, es un sensor de temperatura que mide la temperatura correlacionando la resistencia eléctrica de un material, comúnmente platino, con los cambios de temperatura. Los RTD funcionan según un principio simple: la resistencia eléctrica del material aumenta linealmente a medida que aumenta la temperatura.
Normalmente utilizados en aplicaciones industriales que requieren precisión, los RTD son los preferidos por su exactitud, estabilidad y repetibilidad de sus medidas. Algunos de los modelos de Fluke son 5627A, 5615, 5609, 5626. Pueden medir de forma fiable temperaturas que oscilan entre -200 °C y 660 °C, según el modelo, lo que los hace ideales para procesos con rangos de temperatura moderados. Sin embargo, algunos pueden soportar temperaturas de hasta 1000 °C, como el Fluke 5624.
La mayoría de los RTD están hechos de platino, debido a su relación lineal resistencia-temperatura y su capacidad para soportar altas temperaturas sin degradación. Los RTD pueden estar hechos de otros materiales, como níquel y cobre, pero esos materiales son menos estables y duraderos en el tiempo, lo que acorta la vida útil del RTD.
Los RTD vienen en varias dimensiones para adaptarse a diferentes aplicaciones. Algunos de los tipos más comunes de RTD incluyen:
Un termopar es un sensor de temperatura que genera una tensión proporcional a la diferencia de temperatura entre dos metales de diferente composición unidos en un punto. Este fenómeno, conocido como efecto Seebeck, es la base de su funcionamiento. Fluke ofrece termopares de tipo K en una variedad de diseños con nuestra serie 80PK-xx. También ofrecemos termopares de referencia tipo S (5650) y un tipo R (5649).
Los termopares son conocidos por su amplio rango de temperaturas, durabilidad y rápidos tiempos de respuesta. Son una de las opciones más populares para medir la temperatura en entornos extremos, como hornos, motores y sistemas criogénicos, donde las temperaturas pueden oscilar entre aproximadamente -270 °C y 2.300 °C.
Los termopares se construyen a partir de una variedad de combinaciones de metales, cada una adecuada para rangos de temperatura y entornos específicos. Por ejemplo, los termopares de tipo K utilizan aleaciones de níquel-cromo y níquel-aluminio, lo que ofrece un equilibrio entre durabilidad y precisión en una amplia gama. Estos diferentes materiales se correlacionan con los tipos de termopares que existen.
Los tipos de termopares disponibles se clasifican por los metales que utilizan para crear la resistencia eléctrica necesaria para tomar lecturas de temperatura.
Los tipos más comunes de termopares son los conocidos como termopares de metal base, e incluyen (pero no se limitan a):
Hay otra categoría llamada termopares de metales nobles:
Los RTD y los termopares difieren en varias áreas clave, desde los principios de funcionamiento hasta el rendimiento en aplicaciones industriales específicas y su la temperatura necesaria en el proceso. A continuación se presentan las distinciones más notables.
Beneficios | Posibles inconvenientes | |
RTDs |
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Termopares |
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La elección entre un RTD y un termopar depende de los requisitos específicos de su aplicación.
Utilice un RTD cuando:
Utilice un termopar cuando:
La calibración es esencial para garantizar la precisión tanto de los RTD como de los termopares. Mientras que los RTD se desvían mínimamente, los termopares requieren una calibración frecuente debido a su susceptibilidad al desgaste y a los factores ambientales.
Las herramientas de calibración modernas, como los hornos de pozos secos de calibración, hacen que el proceso de calibración de termopares y RTD sea eficiente y confiable. Estos dispositivos portátiles están diseñados para simular temperaturas estables en un amplio rango, lo que garantiza una calibración precisa en entornos de laboratorio o de campo.
Mediante el uso de herramientas de nivel profesional, los técnicos pueden eliminar las conjeturas y mantener el cumplimiento de los estrictos estándares de la industria.
Los RTD y los termopares son herramientas indispensables para la medición de la temperatura, cada uno con sus propias fortalezas y limitaciones. Los RTD sobresalen en precisión y estabilidad, mientras que los termopares dominan en entornos extremos con cambios rápidos.
Para los profesionales de la industria y la metrología, comprender estas diferencias es crucial para optimizar la medida de la temperatura y mantener la excelencia operativa. Cuando se trata de calibración, los hornos de pozos secos proporcionan la exactitud y la facilidad necesarias para garantizar que los sensores midan correctamente.